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RELATO
 

MARRUECOS
Jebel Toubkal y Garganta del Todra
Por Ernes y Juanjo
Toubkal - 4.164 m.
Lugar de partida Imlil -1740m. A 64 km de Marraquech
Refugio-Neltner- 3207m.


 

Empezamos con mal pié, teniendo que ir en autobús debido a problemas con el coche y después con el avión. y sin embargo seguimos decididos y nos presentamos en Marraquech. En Algeciras se subieron un grupo de alpinistas, 6 andaluces y un catalan que posteriormente conoceríamos y que también subirían al Toubkal, todo el tiempo que disfrutamos juntos, fue una fiesta, estos hacen alpinismo, pero la modalidad cómica, en mi vida me he reído tanto haciendo montaña, el sentido del humor no lo perdían ni por el frío, cansancio etc. Con ellos disfrutamos gran parte de la estancia en Marruecos. Juntos alquilamos una casa en Marraquech, para al día siguiente coger un taxi a Imlil. Casi no llegamos debido a que la carretera había desaparecido en algún tramo por la crecida del río. Cuando llegamos estaba lloviendo, cogimos habitaciones en el mismo pueblo, en una de las muchas casas que acogen a montañeros, Nuestros anfitriones, Mohamed y su familia, fué gente muy acogedora, agradable y sencilla, tuvieron un trato y una atención con nosotros excelente, aunque suele ser lo habitual en el todo el país. Las tres hijas, de unos 5 a 8 años, estaban curtidas por la temperatura de la zona, con unas ropas totalmente inadecuadas para el terreno donde vivían y como calzado, unas sandalias de baño, sin embargo correteaban y jugaban con la felicidad que le da la vida sencilla y apacible que allí se vive. A la mañana siguiente después de un buen desayuno, comenzamos la subida al refugio Neltner a 4 h de camino, comenzamos por unas pistas donde se pasan junto a dos pequeños pueblos,
En mitad del recorrido hay un pequeño mercado de souvenir, comida, bebida etc. En Imlil se pueden alquilar mulas, muy recomendable, aunque solo llega donde comienza la nieve. Ya en el camino había bastante gente, y cuando llegamos al refugio nos lo encontramos bastante masificado, había bastantes tiendas y dos jaimas enormes. El refugio estaba al completo y aunque es bastante grande y está bien acondicionado, tuvimos que dormir en el comedor. En cuanto cayó el sol, la temperatura descendió bastante. Antes de que amaneciera estábamos todos en pié, y al alba empezamos a subir con buena nieve y con un tiempo escelente, en un par de horas subimos el primer repecho y a partir de ahí decidimos salirnos de la normal y meternos en la norte, que aunque era más hielo, no inclina mucho y está menos transitada. En tres de horas más y sin dificultades, llegamos a la cumbre con un día magnífico y con un paisaje lleno de contrastes. Se podía contemplar todo el macizo del Atlas nevado y todo lo que lo rodea es de una tierra árida de un color rojo característico en toda la zona, de la montaña salían varios ríos que zigzagueaban alejándose en profundas gargantas, y con una franja de vegetación a cada lado del río.
También observamos gran variedad de corredores en los alrededores, los que se pueden hacer desde el refugio.
Después de una larga y placentera estancia en la cumbre, comenzamos a bajar hablando de lo que haríamos al día siguiente y seleccionamos dos actividades. Ernes con varios de los andaluces subirían al Ras y Timesgida , y el resto del grupo y yo intentaríamos hacernos una impresionante cascada de hielo. Al día siguiente, después de unas tres horas de subida, llegamos al pié de la cascada, donde comprobamos que el hielo estaba podrido, más que hielo, parecía espuma de afeitar, medio metro por debajo se apreciaba algo de hielo más sólido y claro no podíamos irnos sin intentarlo, era un espectáculo ver al catalán tirar de primero, iba abriendo un surco en la pared de hielo de más de medio metro de profundidad, y en la que se enterraba en algunas ocasiones, claro, a nosotros nos lo dejó bastante limpio. Dos largos más y decidimos buscar una escapatoria, dado a que el estado del terreno empezaba a empeorar considerablemente. Y claro, la escapatoria también tuvo sus momentos interesantes.
A la mañana siguiente regresamos a Marraquech, en donde nos despedimos de los andaluces hasta el día de regresar a España, y nosotros cogimos el autobús para irnos a la garganta del Todra. Llegamos a Tinerhir, no sin pasar una peculiar noche en la estación de Quarzazate.
A unos 15 km de Tinerhir hay una pequeña población, y a escasos 50m del comienzo de la garganta. Allí nos hospedamos en un alberge. Esa misma tarde fuimos a conocer el sitio y de paso nos hicimos una vía corta. Toda la zona es particularmente atractiva, el pueblo se encuentra en el principio de la garganta, rodeada por un apacible río y sembrada de grandes palmeras y abundante vegetación, a unos 50 m comienza la garganta, ganando los 300m de altura en pocos metros, tiene un kilómetro de larga, 300m de alta y unos 20m de separación entre paredes, hay infinidad de vías y entre otras escalamos el Pilar Counchan, con una roca caliza de excelente adherencia. Después de una escalada larga y divertida, llegamos a la cima de la garganta, donde podemos contemplar un paisaje espectacular, en un día claro se puede observar perfectamente el desierto, en una franja amarilla que separa la arena de la tierra roja y árida característica de la zona, y nosotros situados en un magnifico oasis con un río de agua cristalina, palmeras, con una profunda y sombría garganta donde escalar protegido del caluroso sol de la zona. Desde luego para mí, este es uno de los paraísos para escaladores de los que he tenido la oportunidad de conocer. La gente del lugar es muy agradable y junto al lugar donde se encuentra y los precios bajos, son grandes motivos para conocer el sitio con una estancia de varios días, y al ser un sitio turístico, te sueles encontrar con gente de todas las nacionalidades. Al tercer día, se nos acabó el tiempo y tuvimos que regresar a España, con grandes problemas con la compañía de autobuses. Cuando regresamos a Marraquech, en el bus había overbuquin y pretendían dejarnos en tierra, a lo que no nos quedó otra que tomar el autobús por las bravas, ya que teníamos el viaje de vuelta concertado y confirmado. Los problemas con el transporte no terminarían ahí, en Algeciras nos hicieron cambiar de autobús por otro peor y sin motivo, en Jaén se desvió 200km del itinerario previsto para dejar a un amigo del chofer, además de otras muchas. Lo que hizo que los que enlazaban en Madrid para ir a Cataluña, perdieron su transporte. Aunque pusimos casi todos la correspondiente reclamación en la empresa, no sirvió de nada.
En fin, aparte del viaje de regreso, toda la demás estancia en Marruecos fue tremendamente satisfactoria, divertida y agradable. Sobre todo porque estábamos en otro país con una cultura diferente, un paisaje con unos grandes contrates y con unas gentes afables y acogedoras. En definitiva es un viaje muy recomendable, sí tenéis oportunidad no dejéis de ir.

Ya solo desearos que disfrutéis de la montaña, eso sí, con precaución y respeto.

Juanjo


Fotos